La parafernalia de la Sociedad Colombiana. [1]

No es que se gane o se cambie mucho con la posición de criticar y criticar, criticar al gobierno que pasó, a éste que empieza, criticar a la salud, a las autoridades,  a las reformas constitucionales, con razón dijo Jesús, el que esté libre de pecados que tire la primera piedra. Pero es que la realidad colombiana parece más bien una obra tipo tragicomedia que parece que no tiene fin, y que mantiene a su público en vilo y  suspenso, o más bien en un sube y baja al ritmo de la montaña rusa, en la que  hay de todo: risas, llantos, suspenso, rabia, dolor y hasta lo que no se nos ocurra.

Los colombianos somos  como los números especiales del circo, y vaya que es una afirmación atrevida, pero que levante la mano quien pueda decir que nuestra realidad es tan armoniosa y equilibrada y que no parece  más bien como un film sin género definido. 

Parecemos jueces despiadados con nosotros mismos, jueces inflexibles y rígidos que no tenemos la mas mínima comprensión, pero, será que el punto exacto es el silencio? El silencio carcome, y nos hace ver como los ignorantes que no hacen nada frente a las catástrofes, que comenten aquellos que, necesitaron de nosotros para llegar a donde están. Es una parafernalia, no??? Nos quejamos de lo que nosotros creamos, nos quejamos del circulo vicioso que se repite décadas por décadas en nuestro país, si, Dinastía Santos, pastrana, Uribe, dinastía que viene y va y, no es que sea malo ese circunloquio que aleja a los caudillos, que parecen haber muerte con el Bogotazo, con la muerte de Gaitán, el revolucionario que llegaba como Satanás a acabar con el paraíso. No necesitamos sarcasmos, necesitamos personajes frenteros que llamen las cosas por su nombre….es aquí donde apelo al adagio del pueblo “chocolate espeso, cuentas claras”.

Parafernalia parece este escenario, lo que nadie ve y ocurre detrás de bambalinas, bambalinas que otros quieren mantener bien cerradas y pegadas para que no se filtre lo que nos estremezca tan fuerte que nos haga despertar del  dulce sueño de la bella durmiente en medio de ruinas, que aquella bruja por medio del pinchazo que derramó sangre se encargó de organizar, y es que lamentablemente ha sido sangre de inocentes, sangre de los que no son nobles caballeros y reconocidos, son héroes que no son recordados por nadie, porque lastimosamente para nosotros no existen pero, que irónicamente pelean por nuestra libertad.

Necesitamos “sepultureros” que no solo entierren y, tapen con tierra negra la verdad, que parece más bien como el tesoro del dorado, por lo que muchos arriesgan y están dispuestos a dar su vida, necesitamos los líderes que quieran escuchar las voces de las tumbas que otros quieran callar, las tumbas donde yacen verdades que cambiarían drásticamente la realidad, una realidad que supera a la ficción.  Necesitamos hombres sencillos que deseen trabajar en Pro de la sociedad, hombres que dejen legado y una huella imborrable en la historia.

“Lo único que necesita el mal para vencer, es que el bien, no haga nada.”

[1] Doneyis Castillo donecasti@yahoo.es

Estudiante de Comunicación Social. Universidad de Cartagena.